martes, 24 de enero de 2017

POR LA SIERRA DE SERANDI.



Día: 21-01-2017.

Desnivel: +725 m.

Longitud: 16,56 Km.

Tiempo: 05h47:21.

Comentario:
Tras un par de semanas sin salidas al monte, era ya hora de reanudar el tema montañero, así que pese al frío reinante estos días en el Principado y en toda España, me decidiría a salir hacia una pequeña zona que no conocía, la zona de la Sierra de Serandi, en el concejo de Proaza.

Tras una corto trayecto de media hora en coche hacia la zona de Proaza, estaba aparcando a eso de las 10h25 el coche en el parking del área recreativa de las Praderas, muy cerca del cercado donde se encuentran las osas Paca y Tola y que afortunadamente en este día se dejarían asomar por el mismo.

Durante la primera parte de la ruta coincidiría con dos montañeros de Gijón que también habían aparcado su coche en el mismo momento que el menda lo había hecho en dicho parking, así que durante más de una hora y a diferencia de muchísimas rutas, iba a ir entretenido hablando con ellos por lo que apenas haría fotos de esta parte del itinerario.

Mi objetivo era subir hasta el pueblo de Serandi desde una ruta clásica en Asturias como es la de la Senda del Oso, para luego intentar acercarme a las caídas hacia la Ruta las Xianas e ir luego cresteando hasta dar con un pequeño collado que me permitiera alcanzar el Collado de la Canal Seca y de ahí descender ya hasta el pueblo de la Rebollada y luego ya tirar para abajo a través del Desfiladero de las Xanas.

Pues como digo y tras hablar un rato con los montañeros y al coincidir, en parte, el tramo inicial de las rutas que teníamos pensado hacer en ambos casos, fuimos caminando tranquilamente y cual sería nuestra sorpresa cuando de repente y mirando para el cercado, vimos que estaban en el prado del cercado, las dos osas más conocidas de Asturias, Paca y Tola, osas que hacía ya más de una década que no veía.

Paca o Tola, ¿Quién será de las dos?…


La ruta en esos primeros centenares de metros continuaba a través de la Senda del Oso.


Alcanzamos el mirador instalado enfrente del primer cercado en el que estuvieron hace ya bastante años las osas y tras pasar el mismo, nos desviamos a la izda para pillar la entrada a la Foz de los Picaros.

Subiendo por el sendero de dicha foz.


El sendero nos llevaría a un cruce en el que tomaríamos el camino más ancho de la izda y por el que continuamos subiendo en tranquila charla, charla que cuando nos dimos cuenta nos llevaría a entrar en el pueblo de Serandi.

Hórreo del pueblo de Serandi.


Hacia atrás algunas casas abandonadas de dicho pueblo y que se encuentran actualmente en proceso de rehabilitación, con la zona del Pico la Forcada y del Cueto Mar por detrás de ellas.


Con algo de zoom, los dos picos que he nombrado anteriormente.


Fuimos ascendiendo hasta lo más alto del pueblo, para pillar entonces ya el tramo de pista que nos iba a llevar a cotas más altas.


Y hacia atrás, guapas vistas en este día soleado y muy frío (-1º C cuando se empezó la ruta).


Llegaríamos a un punto en donde se encontraba esta cabaña y en la que la pareja que me acompañaba les apeteció pararse unos minutos para picar algo.


En mi caso, renuncié a seguir con ellos ya que no me apetecía nada pararme y perder tiempo de cara a la ruta que yo quería hacer, así que tras despedirme de los dos, seguiría caminando por un tramo sombrío en el que la pista se había convertido en un sendero que estaba muy helado.


Vista hacia atrás.


Continuaría unos minutos más caminando por el sendero, pero en cuanto se me apareció la mínima ocasión para abandonarlo e irme en dirección a la zona de las caídas hacia el Desfiladero de las Xanas, eso fue lo que hice, salirme del sendero para aproximarme al cresterío que más o menos suponía que tendría que recorrer.

Subiendo hacia el cresterío y echando la vista hacia atrás para ver la zona de La Forcada y el pueblo de Proaza, en el fondo del valle.


Los murallones cayendo hacia las Xanas.


No parecía difícil de andar el siguiente tramo. 




La Ruta de las Xanas, bastante por debajo del lugar donde estaba en esos momentos.


Fui en esos momentos caminando bastante cerca del abismo y con vistas ya hacia el pico de La Mostayal (1.313 m) y el pueblo de Pedroveya.


¡De por allá (pto rojo) vengo!.


Me alejaría del cresterío ya que el terreno se me iba a volver bastante engorroso de caminar y de salvar, así que tras pillar un sendero que por momentos iba marcado su itinerario con pintura amarilla y dar alguna que otra vuelta buscando el mejor terreno para ir ganando metros, iba a salir de nuevo al cresterío para ir ganando alguna cota, como digo, bastante engorrosa de caminar.


Hacia atrás, la zona de La Forcada y el pueblo de Proaza.




Superaría la cota que como dije anteriormente era “engorrosa para caminar” y en vez de ir cresteando lo que hice fue perder unos metros y pillar un sendero que por momentos iba marcado su itinerario en las diferentes piedras que me iba a encontrar en este tramo de la sierra, sendero que se dejaba caminar bastante bien.

De frente, mi vista daría con lo que parecía la última gran dificultad en el camino, así que lo que hice fue ir perdiendo unos metros para superar por la derecha, el pico que se ve en la siguiente imagen, el Pico Portiello (944 m).


Me encontraría con bastante matorral y terreno herboso que se dejaba superar con cierta facilidad y que me llevaría hasta un cercado con su cabaña, con lo que sabía ya que el collado que me permitiría descender hasta el Collado de la Canal Seca estaba ya muy próximo.


Iría rodeando el cercado de la anterior cabaña, dando entonces con un tramo de sendero bastante ancho y que tras llevarme a cruzar una portilla ya me sacaría al pequeño collado con buenas vistas de todo el sector de la Sierra del Aramo.

Vista hacia atrás…


En el pequeño collado me pararía unos minutos a descansar algo y a disfrutar de las extraordinarias vistas que el mismo me ofrecía.

El Pico La Mostayal (1.313 m).


En cotas inferiores, el Collado de la Canal Seca.


Vídeo desde este collado.


En mi descenso hacia el Collado de la Canal Seca, vista de los tres pueblos próximos a este entorno, el de la Rebollada en primer término, Pedroveya a medio camino y el pueblo más alejado de estos dos, el de Dosango.


Iría en descenso aproximándome al pueblo de la Rebollada, descenso que realizaría por la parte más próxima al murallón de la Sierra de Serandi hasta dar con un cercado ya muy próximo a la primera casa rural del pueblo de la Rebollada y cercado que tendría que salvar a través de la portilla de la siguiente imagen.


Tras salvar la portilla ya descendería todo por los prados traseros de la casa que se ve en la imagen hasta salir al asfalto por uno de los lados de la misma.


El lavadero del pueblo y una parte de las cumbres nevadas del Aramo.


Por tramo ya de carretera iría descendiendo hasta dar con la zona de la iglesia de Pedroveya, punto inicial de la última parte de la ruta de este día, el descenso por todo el Desfiladero de las Xanas.

Vistas en el descenso, del pueblo de la Rebollada.




Vista hacia atrás para ver a lo lejos el Collado de la Canal Seca (pto rojo) y un poco más por debajo y a la drcha, el pueblo de la Rebollada.


Llegando ya a la iglesia de Pedroveya y por detrás de la misma, el pueblo de Dosango.


Y hacia el Este, la cumbre de la Mostayal (1.313 m).


Pues tras llegar a la iglesia, ya iba a tomar el tramo inicial hormigonado de todo el itinerario del desfiladero de las Xanas  que me llevaría hasta el inicio de dicha ruta, llegando hasta el coche tras recorrer otro km y pico por la carretera general del Valle del Trubia.



No me pararía prácticamente nada a sacar fotos del desfiladero ya que es una ruta muy conocida para este menda, así que pongo a continuación casi las únicas que sacaría en el descenso.










Pues esto fue todo lo que dio de sí este día, así que...¡Hasta la próxima...!.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues sí Damíán...Esto es Asturias, paraíso natural y en un mismo día, Montaña y mar, pero eso ya para otro post,jeje...

      Eliminar